domingo, 9 de diciembre de 2012

Dublín es dulce

Cuando voy de viaje a una ciudad nueva, de las primeras cosas que busco en google es si tienen tiendas especializadas en repostería creativa, no lo puedo remediar...aunque cada vez es más sencillo encontrar casi de todo en las tiendas de la ciudad, siempre aprovecho y hago turismo reposteril.

Y Dublín no tiene una, no...tiene varias!!

La primera a la que fuimos...sí fuimos, porque JM además de fotógrafo oficial del blog es mi fiel acompañante en mi particular romería turística...fue Decobake, una explosión de colores.
Me encantó como tenían de ordenaditos los fondants, jamás había visto tantos colores diferentes juntos!!



En muchos centros comerciales nos encontramos con Johnnie Cupcakes con sus maravillosas cupcakes listas para degustar. En la mayoría de ellas lucían unas maravillosas y divertidas cupcakes de Navidad con los típicos colores de la época: verde y rojo.
Y es que en Dublín hay un montón de galerías comerciales en el mismo centro de la ciudad, y lo nuestro con los centros comerciales merece un post aparte... ;)


Y casi por casualidad, o como bien dice JM, por nuestro olfato infalible, llegamos a Mannings bakery. Una cafetería a la que podrías ir cada mañana a desayunar y nunca tomar lo mismo. Vaya despliegue de sabores.


JM desayunó un mixed berries con un cafe au lait y yo tomé un chocolate fudge con un hot chocolate...todo chocolate, qué variedad...pero qué rico!! Tengo que buscar la receta.

Dublín tiene mucho más que la Guinness y Temple bar...aunque esa parte también la disfrutamos.

No puedo acabar este post sin recordar un centro comercial muy crafty que encontramos: Powerscourt shopping centre. Compré unas cintas monísimas, que veréis pronto adornando...bueno, ya lo veréis ..os aviso, ok?. La tienda se llamaba A.Rubanesque, que peligro...
Y comimos allí, el mismo día de la vuelta, el mejor bocadillo que nunca hemos comido en el mundo mundial en The pepper pot. Ellas mismas hornean el pan y todos los dulces que ofrecen a los clientes y os aseguro que se nota, tanto en el trato y simpatía con la que nos trataron, como en la calidad de los platos que ofrecen, sin pretensiones pero excelentes. Me llamó mucho la atención que la vajilla era rescatada de las casas de sus abuelas, o esa impresión me dio, y me encantó...así que esta mañana ya me veis revolviendo en los encantes (mercadillo de segunda mano en Barcelona) y ya tengo mis primeras tres tacitas con sus platitos, para cuando vengáis a tomar un cafelito a la Miscamusca Bakery.
Y allí nos encontramos con esta advertencia a los papás descuidados...y no pudimos más que echarnos a reír.


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Lourdes